Cómo ahorrar conduciendo de forma eficiente
Aunque en Autocasion.com advertimos de los riesgos de realizar una conducción “económica”, se puede ahorrar mucho combustible y, además, cuidar nuestro coche, si seguimos algunas directrices. Aunque nos pueda parecer
increíble, nosotros mismos podemos reducir el consumo de nuestro vehículo como el mejor sistema híbrido o la tecnología más avanzada en sistemas de
inyección. El motivo es muy sencillo: quien conduce somos nosotros; el coche simplemente obedece nuestras órdenes (incluso Kitt sólo hacía lo que Michael Knight le
decía).
Nuestro estado de ánimo afecta absolutamente a todo lo que hacemos a diario, desde elegir la ropa que nos ponemos hasta el éxito en la tarea que nos encargan… y, por
supuesto, también en lo que gasta nuestro coche. Cuando tenemos el típico día en el que nos molesta hasta que nos saluden en el ascensor, vamos a consumir más combustible que si estamos
de buen humor. Lo malo es que incluso estando de “buen rollo” no son pocos los Jekyll que se convierten en Mr.
Hyde en cuanto rozan el volante con las yemas de los dedos. Personas a las que jamás he oído una sola palabra malsonante bajan a todos los santos del
cielo en cuanto se abrochan el cinturón. Sorprendente, pero cierto.
Una de las frases comerciales que más me gusta viene de perlas para este reportaje: “Move your mind“, algo así como “cambia tu mentalidad“. Cada vez que
cojas el coche, intenta disfrutarlo, olvídate del resto de los problemas, procura estar de buen humor y sé generoso. Deberíamos ser así en cada faceta de nuestra vida,
pero es que en el coche, además, ganaremos dinero si logramos este “nirvana”.
Si seguimos estos trucos, ahorraremos dinero y, además, iremos más seguros:
- Mantén en buen estado tu coche. No sólo es mejor tener el vehículo limpio (mejoramos la visibilidad y nos podemos anticipar a los imprevistos): llevar el
nivel y calidad del aceite adecuado y, sobre todo, las correctas presiones en los neumáticos
supone un ahorro de combustible notable. Si no tenemos el coche bien revisado y la
inyección está fuera de punto o contamos con un filtro de aire en mal estado, podemos multiplicar por 2 nuestro consumo diario y también contaminamos mucho más.
- Deja los nervios en casa. Conducir crispado nos hace ser muy bruscos en las maniobras, lo cual dispara el consumo y el riesgo de sufrir un accidente.
- Sal 10 minutos antes. Ir con prisas a todas partes es lo peor para ahorrar combustible. En lugar de quedarte hasta el último minuto en la cama -o chateando-, sal con
margen de sobra hacia donde tengas que ir.
- Aparca en el primer sitio que encuentres, aunque esté un poco más lejos. Muchas veces, por querer aparcar en la puerta acabamos dando vueltas durante varios minutos.
Valora la posibilidad de utilizar un parking, a veces es más barato que el combustible que gastamos buscando un hueco.
- No vayas a la gasolinera a propósito. Si de camino a casa o a tu destino hay una estación de servicio, aprovecha y llena el depósito antes de que se acerque a la reserva. Apurar el
depósito y luego tener que hacer un recorrido exclusivamente para echar gasolina o gasóleo va en contra del ahorro que pretendemos.
- Quita del maletero todo lo que no necesites: el peso aumenta el consumo.
-
Desmonta la baca del techo si no la utilizas; la resistencia aerodinámica multiplica el gasto de combustible.
- Usa calzado adecuado para conducir: unos zapatos de suela demasiado gruesa, botas de trekking o zapatos de tacón influyen de manera
negativa en el consumo, al restarnos sensibilidad en el pedal del acelerador.
- Mantén la distancia de seguridad. Si nos separan varios metros del coche que nos precede, evitaremos tener que dar frenazos bruscos y luego vernos obligados a
recuperar la velocidad.
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Sal con suavidad de los semáforos, no son una parrilla de salida. Si estás en una cuesta abajo, suelta el freno, deja que el coche empiece a moverse por su propia
inercia y mete segunda en lugar de primera, suelta el embrague despacio.
- Utiliza el cambio de manera inteligente. Siempre que puedas, lleva el motor a un régimen tranquilo, entre 1.500 y 2.500 rpm. Esto, como norma general, pero si para
mantener la velocidad que llevas necesitas pisar el acelerador más de 2/3 de su recorrido, baja una o dos marchas. Si necesitas hundir el pedal del acelerador, estás
consumiendo demasiado y la mecánica está sufriendo.
-
Ajusta la velocidad a la luz de los semáforos. Si ves la luz roja, ve reduciendo la velocidad. Lo ideal sería que no fuese necesario detenernos y llegar lentamente
cuando ya se pone en verde. Al iniciar la marcha es cuando más consumo generamos.
- Evita picarte con los demás conductores y facilita su incorporación. “Achuchar” al que se va a incorporar os hará gastar más combustible a ti y a él.
- Realiza una conducción suave, evita brusquedades, sobre todo con el pie derecho.
Si tu coche es automático, llévalo en modo automático; su uso manual o secuencial aumenta el consumo salvo en dos situaciones:
- Subiendo por una carretera en la que la pendiente sea lo bastante pronunciada como para que el motor no tenga fuerza, el cambio reducirá una marcha, recuperará la velocidad y volverá
a subir de marcha, se quedará sin fuerza de nuevo… Y así sucesivamente. Si ves que tu transmisión automática está cambiando muy frecuentemente de marcha, selecciona la
relación correcta manualmente hasta pasar ese tramo.
- Si vas a realizar un adelantamiento, en lugar de utilizar el quick down, prepárate para adelantar bajando una o dos marchas a mano: ganarás tiempo y mejorarás la
respuesta del motor, gastando ligeramente menos, al no tener que hundir el pedal a fondo.
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Efectos de una presión inadecuada en los neumáticos
importancia de la presión de los neumáticos en la seguridad de tu coche. Realizamos 100 km con un diferentes presiones en las cuatro ruedas de un coche y te mostramos cuáles son
las consecuencias de las presiones anómalas.
La presión afecta a la estabilidad del coche y al desgaste de los neumáticos
Si hace unas semanas os mostrábamos cómo comprobar la presión de los neumáticos de manera adecuada en otro de nuestros vídeos prácticos, hoy queremos comprobar con
vosotros las consecuencias de una presión inadecuada en las ruedas del coche.
La presión de los neumáticos afecta no sólo a tu seguridad sino a tu bolsillo. En cuanto a la seguridad, con este vídeo comprobamos cómo
se compromete la estabilidad del coche con una presión inadecuada, y lo difícil que se hace manejar el volante; con respecto al
bolsillo, te demostramos cómo una presión inadecuada conlleva un desgaste superior de los neumáticos.
Nuestras recomendaciones para asegurarte un uso optimizado de los neumáticos son:
- Seguir las recomendaciones del fabricante de los neumáticos.
- Comprobar la presión, al menos, una vez al mes.
- Llevar la presión adecuada y recomendada por el fabricante en las cuatro ruedas.
- No te olvides de la rueda de repuesto: también tienes que revisar su presión por si necesitas usarla.