Capítulo 7:

 

LOS SÍMBOLOS QUE REPRESENTAN

 

AL ESPÍRITU SANTO

 

INTRODUCCIÓN

Alguien ha dicho que la buena enseñanza "cambia los oídos de los hombres en ojos". Esto en verdad es ilustrado en la Biblia con sus símbolos, parábolas, símiles y metáforas. Las verdades espirituales están presentadas en una multitud de figuras terrenales.

La persona y la obra del Espíritu Santo están ilustradas en la Escritura por muchos símbolos. Un símbolo es un objeto, una persona o un evento que representa otro objeto, persona o evento por venir. En esta lección, queremos examinar algunos de los símbolos del Espíritu Santo. Se debe recordar que unas cosas pueden servir de símbolo de más de una persona o evento.

 

I. LA PALOMA

En Juan 1:32, encontramos al Espíritu tomando la forma de una paloma. Las características de la paloma que la hace un apropiado símbolo del Espíritu serían su belleza, su docilidad, su limpieza y el hecho de que se asusta fácilmente (Efesios 4:30). La paloma también es inofensiva (Mateo 10:16) y pacífica. Otros lugares en la Escritura donde se usa este símbolo son los siguientes:

 

  1. En Génesis 1:2, menciona al Espíritu moverse sobre la faz de las aguas cuidando de la creación así como un pájaro cuida de su nido.
  2. En Génesis 8:6-12, la paloma fue enviada fuera del arca por Noé. Aquí notamos por lo menos dos ilustraciones del Espíritu Santo.
    1. La paloma, a diferencia del cuervo, rehusó quedarse fuera del arca cuando no encontró un lugar limpio donde descansar. El Espíritu, por supuesto, solamente mora dentro de aquellos que han sido lavados en la sangre de Cristo.
    2. La paloma volvió con una hoja de olivo como señal de esperanza para aquellos que estaban en el arca. Esto simboliza al Espíritu quien se encarga de hacer sentir seguros de la salvación a los creyentes en Cristo.

 

Nota: Es interesante notar que el cuervo era una ave inmunda (Levítico 11:15). También se usan las aves en la Escritura como símbolo de espíritus de demonios (Mateo 13:4, 19; Apocalipsis 18:2).

 

II. EL ACEITE

El aceite de olivo era algo de gran importancia en Palestina, siendo usado para comida, medicina, iluminación y ungimiento. Es símbolo constante del Espíritu Santo en el Antiguo y Nuevo Testamento.

 

  1. En Éxodo 40:9-11, encontramos que el tabernáculo, sus muebles y utensilios fueron ungidos con aceite. Como el tabernáculo era figura de Cristo, así el aceite también representa al Espíritu Santo cuando ungió a Cristo.
  2. En Éxodo 27:20-21, notamos que el interior del tabernáculo era iluminado por el uso del aceite. Como cada uno de los muebles del tabernáculo era símbolo de Cristo, la interpretación es fácil. Sin la iluminación del Espíritu de Dios nadie vería la gloria de nuestro Salvador.
  3. En Levítico 14:14-18, encontramos que para purificar al leproso, fueron usados la sangre y también el aceite. Esto revela que cuando uno se salva de la lepra del pecado, la sangre de Cristo y también la persona del Espíritu Santo tienen un trabajo que hacer.
  4. La unción de los profetas, sacerdotes y reyes prefiguraba a Cristo como nuestro profeta, sacerdote y rey.
  5. En Levítico 2:1, notamos que la flor de harina (símbolo de la carne inmaculada de Cristo) se ungió con aceite (símbolo del Espíritu Santo).
  6. En la Biblia, con frecuencia se asocia el aceite con la curación (Isaías 1:6, Lucas 10:34, Marcos 6:12-13). El Espíritu Santo provee la curación espiritual.

 

III. EL AGUA

El agua es símbolo común del Espíritu Santo en la salvación. Mencionaremos algunos aspectos de este símbolo con sólo una explicación breve.

 

  1. El agua es la fuente de vida. Sin ella, el mundo sería un cementerio seco y desolado. También es sólo la presencia del Espíritu que produce la vida espiritual y el fruto en nuestras vidas (Gálatas 5:22-23; Isaías 44:3; Hechos 2:17).
  2. La tierra tiene abundancia de agua. Así también los redimidos tienen una provisión abundante del poder del Espíritu (Juan 7:38).
  3. El agua es necesaria para la limpieza. Es el Espíritu que limpia nuestro corazón en la regeneración y continúa limpiándonos cuando diariamente nos acercamos al Padre Celestial (Tito 3:5; Éxodo 29:4).
  4. Se compara al Espíritu Santo con el agua viviente de un manantial que fluye. El es superior en todo aspecto a los "pozos" de este mundo, que contaminan al hombre y lo conducen a la muerte. Mientras que los placeres de esta vida pronto se marchitan y terminan, el Espíritu de Dios es una fuente constante de vida y gozo (Juan 4:14; 7:37-39).

 

IV. EL VIENTO

El viento es símbolo especial del Espíritu, así que la palabra "Espíritu" puede ser traducida como "viento" (vea Capítulo 1). Nuestro Señor usa el viento como símbolo del Espíritu (Juan 3:8).

 

  1. El viento es invisible en sus obras (Juan 3:8). Cristo, por medio de esta ilustración, reveló que la regeneración, la cual es obra invisible del Espíritu no se puede relacionar con las señales visibles como el bautismo como medio de la salvación.
  2. El viento no es controlado por el hombre (Juan 3:8). El Espíritu Santo es soberano en sus obras.
  3. La presencia del viento es conocida por su influencia (Juan 3:8). Igualmente se conoce la presencia del Espíritu Santo por su influencia en los corazones.
  4. El viento es poderoso (Hechos 2:1-2). El Espíritu Santo puede romper el corazón más duro.
  5. Como el viento impulsa un barco de vela, así el Espíritu de Dios inspiró a aquellos que escribieron las Escrituras (2 Pedro 1:21).
  6. Como un viento seco puede marchitar la belleza de la naturaleza, así el Espíritu Santo puede disminuir el egoísmo en el corazón del hombre mediante su obra de convicción (Isaías 40:6-7).

 

V. EL FUEGO  

 

  1. En Hechos 2:3, encontramos que el fuego era una señal de la presencia del Espíritu. En el Antiguo Testamento vemos que el fuego es símbolo de la presencia del Señor (Éxodo 3:2), su aprobación (Levítico 9:24) y su protección (Éxodo 13:21). Tal vez todas estas ideas están incluidas en Hechos 2:3.
  2. En Apocalipsis 4:5, el Espíritu es simbolizado por siete lámparas de fuego. El número siete ha confundido a algunas personas, pero parece referirse al entendimiento perfecto dado a Cristo como el ungido de Dios (Isaías 11:1-4; Apocalipsis 5:6).

CONCLUSIÓN DEL CAPÍTULO 7

No hemos en ningún sentido tratado con cada símbolo relacionado con el Espíritu de Dios en la Biblia, ni hemos investigado todo el significado en los símbolos mencionados. Que esta lección sirva como guía para animar al lector a estudiar aún más.