Capítulo 1:
 

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO SOBRE
EL ESPÍRITU SANTO

Antes de empezar nuestro estudio sobre la persona y obra del Espíritu Santo, es importante mantener la actitud correcta. Si realmente queremos recibir edificación de la Palabra de Dios, debemos recordar:

  • Orar para que el Espíritu Santo nos enseñe (Juan 14:26; 1 Corintios 2:11-13).
  • Someternos a las Escrituras como nuestra única regla de fe y práctica. Sobre todo en el estudio de la obra del Espíritu Santo, muchos se esfuerzan en hacer de su experiencia personal la autoridad final. Otros profesan haber recibido unas revelaciones "extra-bíblicas" en nombre del Espíritu de Dios (2 Timoteo 3:16-17; Isaías 8:19-20; Mateo 15:9).
  • Creer que Dios desea que entendamos las doctrinas de su Palabra. La existencia de las enseñanzas contradictorias en el cristianismo nunca debe ser utilizada para decir que la Biblia es tan incomprensible que no pueda ser interpretada en forma correcta. Nuestro Salvador prometió que el Espíritu nos guiará a toda verdad (2 Timoteo 2:15; Hechos 17:11-12; Juan 16:13).
  • Empezar el estudio de la Palabra de Dios con humildad. La Biblia no contiene todo lo que queremos saber, pero sí contiene todo lo que necesitamos saber. Algunas verdades reveladas (tales como las relaciones entre los miembros de la Trinidad) son para ser creídas aunque el hombre mortal no es capaz de entenderlas completamente (Deuteronomio 29:29; Job 11:7; 2 Pedro 3:15-16).
  • Desear crecer espiritualmente mientras aprendemos. El conocimiento en sí sólo produce orgullo. Es triste pensar que algunas personas, aunque estudian acerca del Espíritu Santo, aún no son llenos del Espíritu ni producen el fruto del Espíritu en sus vidas (1 Pedro 2:2; 1 Corintios 8:1; Santiago 1:22).

I. EL OBJETO DE NUESTRO ESTUDIO

El objeto de nuestro estudio es el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad. Nos sirve de ayuda empezar por examinar algunos de los títulos de esta Persona Divina.

  1. El Espíritu - Romanos 8:23.
    La palabra "espíritu" es una traducción en el Antiguo Testamento de la palabra hebrea "ruach" y en el Nuevo Testamento de la palabra griega "pneuma". Las mismas palabras son traducidas "viento" (Salmo 1:4; Juan 3:8). Estas palabras pueden referirse también al espíritu humano (1 Tesalonicenses 5:23), a los ángeles (Hebreos 1:7) o a la naturaleza de Dios (Juan 4:24). La idea general es la de un poder invisible. El Espíritu Santo, sin embargo, es una Persona Divina y nunca debe ser considerado como un espíritu creado (lo cual sería negar su deidad) o solamente como una presencia o poder de Dios (lo cual sería negar su personalidad).

     
  2. El Espíritu Santo - Lucas 11:13
    Se llama el Espíritu Santo porque:
    1. Su naturaleza es eternamente y esencialmente santa.
    2. Es Autor de toda santidad en el hombre.

     
  3. El Consolador - Juan 14:16

     
  4. Los títulos que revelan su relación con el Padre:
    1. El Espíritu de Dios - Mateo 3:16
    2. El Espíritu del Señor - Lucas 4:18
    3. El Espíritu de Jehová - Jueces 3:10
    4. El Espíritu de vuestro Padre - Mateo 10:20

     
  5. Los títulos que revelan su relación con el Hijo:
    1. El Espíritu de Cristo - Romanos 8:9
    2. El Espíritu de Jesucristo - Filipenses 1:19
    3. El Espíritu de Su Hijo - Gálatas 4:6

     
  6. Los títulos que revelan sus atributos:
    1. El Espíritu Eterno - Hebreos 9:14
    2. El Espíritu de Santidad - Romanos 1:4
    3. Los Siete Espíritus - Apocalipsis 3:1 (Esto implica su perfección).

     
  7. Los títulos que revelan su obra:
    1. El Espíritu de Verdad - Juan 14:17
    2. El Espíritu de Vida - Romanos 8:2
    3. El Espíritu de Gracia - Hebreos 10:29
    4. El Espíritu de Adopción - Romanos 8:15

Hay aproximadamente cincuenta títulos dados al Espíritu Santo en la Biblia y cada uno nos revela un aspecto de su personalidad u obra.

II. LA IMPORTANCIA DE NUESTRO ESTUDIO

El estudio del Espíritu de Dios es importante a causa de Quién es, qué ha hecho y qué hará.

  1. Su persona - El Espíritu Santo es Dios, y un conocimiento verdadero de Dios es la base de la religión.

     
  2. Su obra - El mundo parece sólo asociar al Espíritu Santo con el fanatismo religioso; sin embargo, El actúa en todas las áreas de la vida. El es Creador, al igual que obra siempre en la providencia, la naturaleza, la política, la capacidad humana, la salvación y el crecimiento espiritual. Inspiró la Biblia y ahora alumbra nuestras mentes para comprenderla.

Su venida al mundo era tan necesaria para nuestra salvación, como la venida de Cristo. Sin el Espíritu Santo, nuestro evangelio sería como una cáscara vacía, y no tendríamos ninguna evidencia de nuestra salvación (Romanos 8:9). El Espíritu Santo nos da la vida física, la vida espiritual y después de la muerte terrenal la vida resucitada (Job 33:4; Juan 3:5; Romanos 8:11). El es Autor de todo lo bueno y agradable en nuestra vida (Gálatas 5:19-23).

CONCLUSIÓN DEL CAPÍTULO 1

¡Qué precioso es el Espíritu de Dios para el cristiano!  podemos decir, "Y creo en el Espíritu Santo, el Señor y Dador de la vida, quien procedió del Padre y del Hijo, quien juntamente con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado".